A lo largo de nuestra vida, las personas vamos adquiriendo hábitos nocivos, no siendo siempre conscientes del peligro que representan para nuestra salud bucodental.
Un hábito especialmente nocivo es el tabaquismo; entre las alteraciones que el tabaco produce en la boca se encuentran problemas graves de encías, mayor riesgo de caries, posible pérdida de dientes, manchas, mal aliento, aparición de arrugas en el contorno del labio y cáncer oral. Además, ciertos tratamientos dentales como las cirugías y la colocación de implantes pueden fracasar por su causa.