Comunicar
Sí, tendrás las manos de otra persona en tu boca, pero eso no significa que no puedas comunicarte.
Explica tus preocupaciones desde el principio y hágales saber que levantarás la mano si quieres que se detengan. Durante tu cita, dígale a tu dentista cómo te sientes y avísele si algo te duele o si estás preocupado por lo que estás haciendo / usando. Lo más probable es que descubras que cualquier dentista estará feliz de explicarte el proceso si lo haces sentir más cómodo.
Haz de la comodidad una prioridad
Incluso algo tan simple como usar ropa holgada o asegurarte de que puedas respirar fácilmente por la nariz puede facilitar las citas. Si prefieres estar en una silla vertical que en un sillón reclinable, entonces está perfectamente bien comunicar esto.
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Para un plan a más largo plazo, puede valer la pena buscar una variedad de tratamientos y terapias diferentes si sientes que su fobia te impide vivir tu vida.
La hipnoterapia puede ayudar a algunas personas con casos extremos de fobia al dentista a superar sus ansiedades.
Pero antes de considerar los tratamientos privados, vale la pena hablar con tu médico de cabecera, quien puede derivarlo a servicios de salud mental como la terapia cognitivo-conductual para combatir las fobias.