Los enjuagues bucales suelen utilizarse como un complemento al cepillado dental para ayudar a eliminar las bacterias que provocan caries o el mal aliento. Es un importante elemento de higiene bucodental que deberíamos usar con frecuencia diaria porque nos permite llegar a zonas donde el cepillo no puede hacerlo – lengua, paredes de la boca, línea de las encías-, aunque, eso sí, nunca debe sustituir a un buen cepillado de al menos un par de minutos.
1. El uso del colutorio o enjuague bucal
Se vierte una pequeña cantidad de unos 20 ml. en un pequeño recipiente –muchos colutorios ya lo llevan incorporado-, se lleva a la boca y se realizan enjuagues en el interior de la misma durante unos 30 segundos antes de escupirlo. Nunca se ha de tragar. Tampoco te enjuagues con agua inmediatamente después para no restar sus efectos actuantes.
2. ¿En qué momento debo utilizarlo?
Siempre después del cepillado y del uso del hilo dental. Se pueden utilizar diariamente para una higiene completa –recomendado- y también más puntualmente ante problemas específicos.
3. ¿Para qué sirve?
– Elimina las bacterias que se acumulan en la boca. Previene y reduce la placa bacteriana.
– Refuerza el esmalte dental.
– Aporta frescor a la boca y ayuda a prevenir la halitosis o mal aliento.
4. ¿Qué tipos de enjuagues bucales existen?
Los enjuagues bucales pueden ser de muchos tipos, dependiendo de lo que busque con mayor intensidad quien lo consume. En este sentido, hay algunos con altos índices de flúor encaminados a prevenir las caries, otros con efectos blanqueadores, otros cuya misión es especialmente fortalecer la calcificación de los dientes, otros para acabar con el mal aliento…
Ante tantas alternativas, lo mejor es consultar a tu dentista de confianza que podrá orientarnos sobre el mejor para cada caso.
