Alveolitis dental

Hoy hablamos de una complicación que puede darse en el proceso de extracción conocida como alveolitis dental. ¿En qué consiste? Es la inflación e infección del alveolo, lugar donde estaba alojada la raíz del diente. Allí se forma un coágulo que al desintegrarse deja un espacio en el que se deposita comida, placa bacteriana produciendo inflamación y dolor.

Si no se actúa con rapidez la infección puede extenderse hasta la parte más profunda del hueso creando una complicación mayor llamada osteomelitis que comprometerá el hueso por lo que habrá que recurrir a antibióticos y analgésicos.

Es por ello que deberemos, una vez que se ha producido la extracción: fomentar que el coágulo se llegue a formar para que proteja al alveolo y evitar que éste se caiga.

 

Existen dos tipos de alveolitis:

  • Húmeda: El alveolo no se encuentra vacío, se observa un tejido sangrante y oscuro.  También se suele producir de 48 a 72 hs después de la extracción dental y los síntomas son mucho dolor y mal aliento y sabor.  Puede ser producida por algún cuerpo extraño en la herida como restos alimenticios.
  • Seca: Si uno observa el alveolo lo encuentra vacío, sin la formación del coágulo de sangre y se puede divisar el hueso.  Comúnmente los síntomas son mal aliento (halitosis) y mal sabor en la boca, como también un dolor intenso de la zona.  Se suele presentar de 48 a 72 hs después de la extracción dental.

Pueden ser tratadas localmente con enjuagues bucales con antisépticos específicos, enjuagues de la herida con antisépticos, curetaje (raspado) de la herida, utilización de gasa yodoformada (es una gasa de color amarillo y de un aroma característico debido al yodoformo) dentro del alveolo infectado, que el odontólogo va cambiando o extrayendo con el correr de los días y en la mayoría de los casos, también se utiliza una terapia antibiótica general como la utilización de analgésicos-antiinflamatorios.

Lo más recomendable siempre será seguir los pasos y consejos de nuestros especialistas de referencia.