Seguramente en alguna ocasión has tenido molestias por estas pequeñas heridas que suelen aparecer en la base de las encías, la parte interior de las mejillas, el velo del paladar o en la zona interior de los labios.
Se trata de las llamadas aftas bucales o pequeñas llagas o úlceras que aparecen en las zonas mucosas de la boca. Vuelven una y otra vez y pueden manifestarse de forma individual o en grupo.
Recuerda que no debes confundirlas con el herpes labial aunque presenten un aspecto similar: blanquecino y un borde rojo. Además, las aftas suelen aparecen dentro de la boca, mientras que el herpes labial lo hace fuera de ella.
Las aftas bucales son lesiones benignas y no contagiosas cuya aparición se debe a diversos factores:
– Infecciones virales
– Defensas bajas y falta de vitaminas o minerales que afectan a nuestro sistema inmunitario
– Mala o inadecuada alimentación
– Intolerancia a los alimentos
– Intervenciones en la boca o lesiones mecánicas causadas por un simple mordisco en la lengua
– Los cambios hormonales y factores hereditarios
Prácticamente el 100% de la población adulta ha tenido un afta alguna vez en su vida y pese a lo molestas que resultan, desaparecen por sí mismas en una semana y no presentan complicaciones.
Si el problema persiste, lo mejor es consultar al dentista o médico estomatólogo para descartar otras patologías y también en estos casos:
– Si son demasiado grandes
– Si tardan más de tres semanas en cicatrizar
– Si presentan infección u otros síntomas como fiebre que pueda hacer pensar en la presencia de alguna enfermedad detrás de las aftas
Para prevenir lo mejor es una buena alimentación, higiene bucal y vida sana y relajada, alejada del estrés.