Si tienes diabetes, no tomes a broma la salud de tu boca

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lujannavas_diabetesLa diabetes «es aquella situación en la que los niveles de azúcar (o glucosa) en la sangre están aumentados. A la glucosa que circula por la sangre se le llama glucemia». Así define la Fundación para la Diabetes una patología que, en España, afecta al 6% de la población tiene carácter crónico y hoy en día no tiene curación.

La glucosa es la principal fuente de energía para nuestro organismo que nos llega a través de los alimentos. Si nuestro cuerpo no es capaz de producir la insulina necesaria que permite a nuestras células absorber esa energía, se producirá la diabetes.

Está demostrado que existe una gran relación entre la diabetes y algunas enfermedades de la boca, ya que dicha patología provoca mayor vulnerabilidad en la misma, especialmente en las encías. Además, la incidencia es recíproca: una mala salud bucodental puede generar dificultades para controlar los niveles de glucosa de un diabético.

¿Qué puede causar la diabetes en nuestra salud bucodental?

– Como respuesta a la presencia de bacterias, la diabetes provoca la inflamación de las encías. La gingivitis es un primer estadio que puede causar incluso el sangrado de las encías. Pero si no tomamos las medidas de higiene y, en su caso, de tratamiento adecuadas, puede generar en periodontitis, estadio ya más grave que puede ocasionar la pérdida de piezas dentales al destruirse el tejido que las sustentan.

El riesgo de infecciones de la boca se multiplican en los diabéticos, y no sólo las ya mencionadas en las encías, sino también de otra índole, como la aparición de hongos o úlceras. Además, claro está, se incrementa la presencia de placa bacteriana.

– Boca seca (xerostomía).

Controlar la diabetes

– En primer lugar, para un diabético es fundamental tener controlados los niveles de glucosa en sangre.

– En el plano bucodental, resulta aún más importante no saltarse las revisiones periódicas en el dentista, al que hay que comunicar que se padece la enfermedad. Al menos, en este caso, dos veces al año.

– La higiene bucal, si cabe, debe de ser bien rígida: cepillado de dientes, hilo dental y enjuague con la frecuencia recomendada por los profesionales. La constancia es importante.

El tabaco acelera las consecuencias. En caso de ser fumador, lo ideal es dejar este hábito poco saludable.

Foto: Praisaeng para www.freedigitalphotos.net

 

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