El empaste dental (y II): su tipología

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higiene dentalEn el post anterior de la clínica dental Caderent Leganés Central, la doctora Luján Navas os contaba en qué consiste un empaste dental y cómo se realiza este tratamiento. Días después os detallaremos en esta segunda parte dedicada al empaste las tipologías existentes y qué materiales utiliza el odontólogo para ello, entre otros aspectos.

 

Tipología de empastes

Principalmente, hay dos tipos de empastes: los que se hacen con elementos de metal y los de resina. Tienen la misma función, pero también algunas características que les diferencia. Veámoslo.

    1. De metal. Se componen, generalmente, de amalgamas de plata, oro, cobre y estaño. Su componente metálico hace de estos empastes muy duraderos (hasta 30 años), aunque a nivel estético se observa claramente la diferencia con el color natural de los dientes. El mercurio es un caso especial, ya que se ha usado en los empastes, pero muchos países lo han prohibido debido a su posible efecto perjudicial para la salud.
    2. De resina. Su composición consta de resinas, plásticos y material cerámico. Duran menos que los de metal (un máximo de unos 10 años, aproximadamente). Como ventaja frente a los metálicos, pasan más inadvertidos, ya que son de un color que imita al de los dientes. Por eso, los empastes de resina son habituales en las piezas dentales y frontales, es decir, en las que más se ven.

Junto a todo ello, es evidente que la higiene bucodental también puede determinar la duración de un empaste. Malos hábitos contribuyen a que se deteriore velozmente.

 

¿Por qué se usan estos materiales?

Porque sus características, y después de muchos estudios, son ideales para ejercer como relleno en las piezas dentales y con garantías de durabilidad. Algunas de esas características son las siguientes:

 

  • Buena relación entre el coste y la calidad y eficacia que ofrecen
  • No aportan complejidad a la hora de su colocación
  • Duran mucho
  • No dañan el tejido dental
  • Nuestro organismo no los rechaza
  • Ni se corroen ni se decoloran con facilidad
  • En el caso de los de resina, aportan calidad estética
  • Evitan la acumulación de bacterias o de restos de comida
  • No ofrecen dificultades ni para masticar ni para morder

 

No obstante, hay que apuntar que no siempre es recomendable el empaste dental, algo que su dentista de confianza ya se encargaría, en su caso, de comunicárselo. Si el daño causado, por la caries o por otra circunstancia, es sobresaliente en la pieza dental, es posible que la solución no sea el empaste, sino ya otros tratamientos como la corona dental, los implantes, los puentes o las endodoncias.

Fotografía: www.freedigitalphotos.net

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