Puede que usted la padezca, en mayor y menor medida, pero no sea del todo consciente de ello. ¿Siente dolor al tomar un café muy caliente o un helado? Si es así, usted sufre hipersensibilidad dentaria o también conocida como sensibilidad dental.
Esta consiste en un intenso dolor dental que se produce al tomar bebidas o comidas calientes y frías, incluso al aspirar aire frío.
A veces lo relacionamos sólo con la temperatura pero este intenso dolor transitorio está causado no sólo por el contacto de la dentina de las piezas dentales con elementos fríos o calientes, también se produce cuando éstos son ácidos o dulces.
Y es que la hipersensibilidad dentaria se produce cuando el esmalte dental se debilita, quedando la dentina desprotegida o cuando la encía no protege la raíz dental, dejando a esta última al descubierto. Cabe recordar que tanto el esmalte dental como las encías son los protectores naturales de las piezas dentales.
Dolor y sensibilidad dental están directamente relacionados ya que la dentina conecta con varias terminaciones nerviosas de nuestra boca por lo que, si no está protegida, el contacto con elementos externos puede generar un dolor transitorio que dura poco tiempo. De hecho, si el dolor es intenso y persiste cabe la posibilidad de que se trate de caries y no hipersensibilidad dental.
Es más frecuente en adultos, entre los 18 y los 40 años, si bien los jóvenes actuales son los que mayor probabilidad tienen de padecer sensibilidad dental debido al creciente consumo de bebidas energéticas.
Factores que favorecen su aparición:
– El deterioro del esmalte. La erosión generada por los ácidos de bebidas y comidas, así como la erosión producida por el bruxismo o un mal cepillado favorecen la desprotección de la dentina y, por tanto, la sensibilidad dental.
– Encías. El uso de ciertos objetos no adecuados como palillos, lápices o el mal uso del hilo dental pueden producir la detracción de las encías y otra de las causas de la hipersensibilidad dentaria.
La parte positiva es que los efectos se pueden prevenir y también reducir. Para ello debemos cambiar nuestros hábitos de alimentación, evitando comidas y bebidas que contengan azúcares y ácidos para evitar deteriorar el esmalte y consumir otros que lo fortalezcan.
También es recomendable emplear una pasta de dientes poco abrasiva así como un cepillo con una dureza menor.
No obstante, es conveniente visitar a nuestro dentista para que determine otras posibles causas de este problema. Asimismo, podrá recomendarnos, si lo estima, posibles tratamientos existentes y especializados para disminuir la hipersensibilidad dentaria y evitar que derive en otros problemas más graves como la periodontitis o las caries.
Fotografía: www.freedigitalphotos.net