Tras ese primer capítulo en el que nos detuvimos en las características de los dientes conocidos como incisivos, en esta segunda entrega de nuestro blog dedicada a los tipos de piezas dentales los analizados serán los llamados caninos, también conocidos como colmillos.
Estos dientes caninos tienen una forma puntiaguda y observaremos que son las piezas que, normalmente, más sobresalen respecto a las demás. Es decir, son las más largas.
Su misión principal es la de desgarrar los alimentos después de haber sido cortados (por los incisivos), convirtiendo los alimentos en trozos más pequeños para que sean más fáciles de triturar, una función que ya corresponde a los molares y los premolares. Por esta razón, los caninos son fuertes y robustos, especialmente los superiores. Tienen una única raíz.
¿Dónde se sitúan en la boca?
Están a ambos lados de los incisivos, uno a cada lado, tanto en la zona superior de la boca como en la inferior, sumando un total de cuatro, dos superiores y dos inferiores.
En la primera dentición o de leche, el desarrollo de los caninos o colmillos se produce, normalmente, entre los 16 y 20 primeros meses de vida, siendo los superiores lo que suelen erupcionar antes. Los caninos de la dentadura definitiva suelen aparecer, por su parte, entre los 11 y los 12 años de edad, normalmente.
Disfrutar de unos colmillos o caninos fuertes y robustos es, en muchos casos, sinónimo de una buena salud bucodental, siempre y cuando el resto de las piezas también se encuentren en un estado saludable. Y para ello, ya sabemos que hay que cuidar la higiene bucodental, con un cepillado frecuente, uso de hilo y enjuague dental y sin olvidar las revisiones en el dentista de confianza, que nos ayudarán a prevenir problemas de dientes y encías. Es un consejo de la doctora Luján Navas, tu dentista en Leganés.
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