Y así es! Es complicado disimularlo..
El amor es probablemente el sentimiento más difícil de entender, y es que la carga cultural que tiene es tan grande que no nos atrevemos nunca a hablar de él abiertamente.
El enamoramiento es sólo una etapa del camino al amor, es la parte inicial que puede o no llevarnos al amor verdadero, porque el enamoramiento está lleno de nuestras propias ilusiones y prejuicios, de nuestras propias ideas del amor, que han de pasar por una primera etapa,
Enamorarse genera en el organismo una auténtica “inundación” de sustancias químicas que nos hacen sentir bien, y que también son responsables de reacciones físicas como el enrojecimiento de las mejillas, la sudoración de las palmas de las manos y la aceleración del latido cardíaco. Concretamente el “cocktail” cerebral de los enamorados está formado por dopamina, adrenalina y norepinefrina. La dopamina provoca sentimientos de euforia, mientras que la adrenalina y la norepinefrina hacen que el corazón lata con fuerza y nos quitan el sueño.
El amor parece afectar directamente a nuestra personalidad; cambia nuestros hábitos, rompe nuestros ideales y nos hace decir cosas que no queremos.
No todo es de color de rosa cuando estamos enamorados. Aunque todavía no estemos seguros de lo que sentimos hay ocasiones en las que notamos cómo nos enfadamos cuando no conseguimos llamar atención de la otra persona. Esto se extiende a ver cómo habla con otras personas o, llegado el caso, que haya más gente interesada en conseguir su atención. Estas situaciones hay que controlarlas porque una mala actuación nuestra puede arruinarlo todo.
Estar enamorado nos hace ver la vida de una forma más positiva, todo nos parece más sencillo de lo que es y nos sentimos más seguros de nosotros mismos.
El que ama se llena inevitablemente de completa alegría; y el que está alegre lo está porque, de una u otra forma, es amado.
¡¡Fijaos la de motivos que hay para sonreír!!