El trabajo del odontólogo tiene mucho que ver con la prevención para mantener una boca sana. No es la primera vez que lo menciono en el blog. Por eso, en esta ocasión quiero insistir sobre cinco conceptos que, en mi opinión, son fundamentales para mantener la salud bucodental para toda la vida. Disciplina en el cuidado de la boca nos permitirán disfrutar de unos dientes y encías a pleno rendimiento.
1. Cepillado de dientes. Es la medida de higiene bucodental más conocida y la más importante. Debemos cepillarnos los dientes de forma adecuada al menos tres veces al día -¡mínimo dos!- y después de cada comida. El cepillado más importante es el de antes de irnos a la cama.
2. Hilo dental. Su uso junto al cepillo de dientes es esencial para arrastrar los restos de comida que han podido quedar alojados entre los dientes. Hay que tener cuidado de no ejercer la presión sobre las encías. ¿Cómo hay que usarlo? Os recuerdo algunos consejos de los que hemos hablado ya en otras ocasiones.
3. Enjuague bucal. No sustituye, en ningún caso, al cepillado de dientes y es un elemento que completa la higiene bucodental. Puede usarse perfectamente a diario. Así tenemos que hacerlo.
4. Revisiones en el dentista. No es algo caprichoso. Está demostrado que manteniendo el hábito en las revisiones en tu clínica dental nos estaremos ahorrando problemas mayores y, por extensión, disgustos para el bolsillo para grandes tratamientos. En edad adulta, es recomendable es acudir a la consulta odontológica al menos dos veces al año para mantener a raya caries, sarro y enfermedades periodontales. En este artículo anterior os recuerdo un calendario válido a tener en cuenta a lo largo de la vida.
5. Alimentación. Cuanto más equilibrada sea nuestra alimentación, más probabilidades tendremos de garantizar la buena salud bucodental. Tenemos que moderar el consumo de elementos ricos en azúcar y aquellos con altos contenidos en ácido que pueden dañar, por consumo habitual, el esmalte dental.